miércoles, 10 de febrero de 2016

Pezones de venus o Capezzoli di Venere



Como estamos a un pasito del día de los enamorados, las chicas de La cocina TS, nos han propuesto que este mes nos dediquemos a ver películas de amor y que cocinemos un plato con el que enamorar a nuestras parejas , pero que esté , se nombre o cocine en una película de amor...#cocinadecine

A mi hay una película que me encantó desde el primer momento en que la vi y de la que me acordé nada mas recibir el correo con la propuesta...Chocolat... es una película protagonizada por Juliette Binoche y Jonhhny Depp, entre otros. Un cuento romántico servido en forma de bombón de chocolate (capezzoli di Venere), y otros dulces más de su pastelería , con los  que Vianne (la protagonista), pretende arreglar los problemas amorosos de las personas del pueblo y así lograr la atención de la persona amada.


Me  encantó la película y desde luego me han encantado los bombones, no me extraña que los utilizara para enamorar...
¡¡Os aconsejo que los probéis , son sencillamente deliciosos!!



Si queréis ver el resto de recetas pinchad aqui.

Ingredientes:

     -   200g de castañas en almíbar escurridas o castañas cocidas
     -   120g de chocolate negro
     -   40 ml de nata para montar
     -   1 cucharada sopera de ron negro
     -   1/2 cucharadita de extracto de vainilla
     -   100g de chocolate negro para cubrir
     -   10g de chocolate blanco para adornar


Trituramos las castañas (yo tenía una bote de castañas en almíbar) con un tenedor o una picadora  y las mezclamos con la vainilla y el ron.
Derretimos el chocolate negro junto con la nata y dejamos que se enfríe.


Añadimos el chocolate derretido con la nata y lo mezclamos todo bien.
Lo dejamos en el frigorífico unos minutos  para que enfríe y endurezca.
Cogemos porciones con una cuchara y formamos los conos con las manos.


Los cubrimos con el chocolate de cobertura derretido mojandolos en él. Dejamos enfriar en el frigorífico.


Derretimos el chocolate blanco y mojamos el piquito del cono en él.


Los dejamos enfriar otra vez en el frigorífico. Los sacamos una rato antes de degustarlos para que se atemperen.


¡Un bocado para enamorar!

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